domingo, 4 de noviembre de 2012

La planificación es fundamental


Por Juan Carlos Castro, Cristina Seijo y Paco Trigo.
Artículo publicado en el suplemento deportivo "Bancadas" del periódico "La Voz de Galicia" en la provincia de Lugo.

La planificación de la enseñanza del baloncesto es fundamental. No es admisible que ninguno de nosotros llegue al entrenamiento, independientemente de la categoría en la que entrene, de su cualificación, de la edad de sus jugadores, o de la calidad de los mismos .... sin tener previsto el trabajo diario, enmarcado en la planificación de la temporada y fiel a nuestra filosofía. Todo trabajo ha de ajustarse a un objetivo y este se corresponde, necesariamente, con un fin.

No es nuestra intención enjuiciar a nadie. Cada uno asume sus compromisos con el juego de un modo diferente, de la misma forma que cada uno de nosotros encara la vida desde ópticas distantes. Lo bueno del basket es que todas las opiniones valen, aunque estas sean opuestas y con un sólo límite: el reglamento.



Partiendo de estas consideraciones y bajo la premisa de que los niños y niñas de 9 o 10 años tienen que pasárselo bien aprendiendo, y no sólo jugando, creemos que:

1º A esta edad los niños reproducen aquello que ven hacer a los mayores. Les gusta Jugar y aprender. Pero, para aprender, debe existir un proceso de enseñanza-aprendizaje acorde a sus capacidades físicas. Por ello, la enseñanza de la técnica del baloncesto debe limitarse a seis fundamentos:

Posición básica de equilibro: defensiva y ofensiva
El bote.
Arrancadas y Paradas.
Pivote.
Entradas a canasta.
El pase (proceso de socialización del baloncesto)

2º A la hora de planificar los entrenamientos debemos ajustamos a una serie de normas:

Tener balones. Como mínimo uno por jugador y del tamaño adecuado.
Canastas adaptadas a la altura de los niños
Hacer ejercicios sencillos y lúdicos
El entrenador debe explicar, mostrar y corregir constantemente; - Buscar que el niño aprenda por sí mismo (mucha práctica); - Y siempre, paciencia infinita.
3º Metodologicamente debemos tener presente:

Descomponer el movimiento que queremos explicar de forma descendente: complicado-sencillo.
Hacer ruedas de asimilación de cada uno de los componentes para su mecanización.
No enseñar nunca el nivel superior hasta que los inferiores queden completamente asimilados.
Aplicando práctica en situaciones de juego para que lo aprendido de forma mecánica tenga transferencia a nivel cognitivo.
Intentar no abusar de explicaciones magistrales y utilice la demostración.

Supongamos que queremos enseñar la entrada a canasta, desglosando el movimiento, este nos quedaría de la siguiente forma:

Arrancadas
Pasos de la entrada
Finalización.
Y a su vez:


Arrancadas:

Posición de equilibrio.
Pies orientados a canasta.

Pasos de entrada

Tiempo 1.
a: elevar rodillas -
b: primer apoyo.

Tiempo 2.
a: Segundo apoyo -
b: Elevación rodilla, pierna primer apoyo.

Finalización.

A: Posición del balón.

B: Tiro a canasta (podría seguir desglosando).

Definitivamente, se demuestra una vez más que para entrenar no es válida la improvisación. No basta con llegar y decirle al niño «dan bote, dos pasos y tira a canasta». Si se quiere hacer bien es necesario perder mucho tiempo programando y planificando.

Finalmente, recordar que debemos utilizar el colador. Todos los entrenadores tenemos que tener nuestra propia filosofía de entrenamiento y de enseñanza. No debemos copiar todo.

Necesitamos extraer lo que nos interesa, colarlo y mezclarlo con lo que uno cree.

Es momento del colador.

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